En un lugar privilegiado, donde son
pocos los días en los que no aparece el sol, se encuentra el complejo de
apartamentos Sanfe. El que se decidió fuese el piso piloto representaba
a un conjunto de estancias luminosas, con mucho espacio e infinidad de
posibilidades. Las vistas al oceáno ayudaron a crear un ambiente
agradable, donde el blanco cobraba presencia ayudado de elementos
naturales y puros.
Un dormitorio espacioso donde se optó por lacar la carpitería, al igual
que en el resto del inmueble, un baño cómodo que se tornó juvenil
gracias a la pintura para azulejos, una cocina-comedor increiblemente
luminosa, un salón moderno, diáfano..., y por último una terraza que
transmite tranquilidad, sosiego...
Un trabajo limpio y reconfortante.
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